LA IGLESIA FORTALEZA DE VÍCAR

La edad moderna es el tercero de los periodos históricos en los que, de forma convencional, se divide la historia universal. Se sitúa cronológicamente entre los años 1453, con la caída de Constantinopla, o en el 1492, con el descubrimiento de América, y su final se estable también en torno a dos fechas, a finales del siglo XVIII, con la independencia de los Estados Unidos en 1776 o la revolución francesa unos años más tarde, en 1789, dando paso a la edad contemporánea.

Para hablar de la Iglesia Fortaleza de Vícar, también conocida como Iglesia de San Benito, tenemos que situarnos en los primeros años de esta edad moderna, en el siglo XVI, un tiempo complejo, con continuas disputas políticas, económicas, sociales y territoriales. A lo que habría que sumar, dada nuestra situación geográfica, continuos ataques de berberiscos y corsarios en las costas del mar mediterráneo. Surge por tanto una necesidad de reforzar las defensas costeras y se hace con una tipología arquitectónica novedosa, dual, entre lo religioso y lo militar, las iglesias-fortaleza. 

Las iglesias-fortalezas son un tipo de construcción común en la costa mediterránea, formando parte de las cadenas defensivas compuestas por fortificaciones y torreones, como un eslabón más dentro de ellas. Si ponemos el foco en el Reino de Granada, donde la cristianización del antiguo reino nazarí se desarrolla, entre otras, mediante la Bula de Erección de Iglesias del Arzobispado de Granada en 1501, y en 1505 a través de las diócesis de Almería, Málaga y Guadix, encontramos ejemplos de iglesias-fortaleza como la Iglesia de la Encarnación de Vera, la Catedral-Fortaleza de Almería, Santa María de Mojácar o la propia de Vícar, que servirán para proteger a la población, controlar y prevenir posibles ataques.

La construcción de la Iglesia- Fortaleza de Vícar, se lleva a cabo entre los años 1558 y 1570, siendo obispo don Antonio Carrionero de Babilafuente, cuyo escudo se encuentra presente en uno de los laterales del edificio. Su construcción responde a la necesidad de dar atención religiosa a una población que, en su mayoría, son cristianos nuevos. Según las investigaciones de Juan Pedro Vázquez Guzmán, recogidas en el libro ‘Vícar: un pueblo, una historia’, la primera noticia que se encuentra sobre la iglesia de Vícar es la del Libro de Apeo de Felix, donde se puede leer <<la de Vícar (iglesia) estaba construida de cal y piedra; tenía tres aposentos, dos con suelos de madera y el otro de bóveda; torre buena. El cuerpo de la iglesia estaba descubierto y todo ello sin puertas>>. Mención aparte merecería hacer sobre el proceso de separación del beneficio de Vícar y el castillo de Las Roquetas del beneficio de Felix, algo que por su interés y extensión procuraremos hacer en otra etapa de este Conoce tu Pueblo virtual.

La Iglesia de San Benito se organiza en una sola planta rectangular o “de cajón, con una torre adosada al templo en cuyos bajos se alojan las dependencias de la sacristía. Al parecer, del suelo de la sacristía, se abría antiguamente un pasadizo que comunicaba con el exterior. El acceso a la parte alta de la torre se realiza mediante una escalera de caracol de piedra pulida, que lleva a las almenas. La torre posee además una espadaña sencilla con dos huecos y dos campanas. Es la torre y sus almenas la que dan al edificio un marcado carácter defensivo. Muy probablemente esta iglesia se construyó sobre las ruinas de una anterior fortificación.

El templo quedó muy deteriorado tras la conocida como rebelión de Las Alpujarras, siendo reformada décadas más tarde y dotada de uno de los elementos más bellos del edificio, un techo artesonado con elementos mudéjares de par y nudillo. En su interior se guardan, entre otras, las tallas del Cristo de la Salud, muy venerado por los vicarios y vicarias, y de San Benito, patrón de la Villa de Vícar.

Para finalizar, tenemos que poner en valor la importancia histórica y artística de este lugar, tanto es así que fue declarado Bien de Interés Cultural con tipología jurídica de Monumento, tal y como aparece inscrito en el BOE de fecha 29 de junio de 1985. Se puede decir entonces, sin lugar a dudas, que hablamos de uno de los monumentos más importantes de Vícar y de la provincia de Almería, parada obligatoria para cualquier persona que visite nuestro municipio. Es tal la importancia de este monumento para la ciudadanía vicaria, que la silueta de la iglesia fortaleza es protagonista del escudo oficial de Vícar.